Hay momentos en los que no sabemos hacia donde ir. Nos sentimos absolutamente paralizados ante nuestra propia vida. Pero, a veces, sucede que de repente la vida nos hace un regalo inesperado que inicialmente parece una flecha envenenada Y es en ese momento de confusión cuando comenzamos a plantearnos qué estamos haciendo con nuestra vida y si el camino que hasta ahora habíamos elegido es el correcto.